La salsa romesco es una preparación a base de tomate, cebolla, ñoras, frutos secos, pan y aceite.
Se emplea principalmente como acompañamiento de todo tipo de pescados a la parrilla, aunque quedará de rechupete con verduras y carnes elaboradas de la misma manera.
Es un acompañamiento obligado con los tradicionales calçots, una especie de cebolla que se cultiva por la zona y que se prepara al fuego en la parrilla en las populares calçotadas.
Esta salsa ha sido todo un descubrimiento por lo sabrosísima y hasta me atrevería a decir que adictiva.
Su textura y sabor intenso es todo un lujo.
En casa ha pasado a formar parte de los imprescindibles para toda barbacoa o xuntanza que se precie, y os aseguro que es éxito seguro.
Ponemos las ñoras en un cuenco con agua caliente para que se rehidraten.
Las dejaremos unos 30 minutos, hasta que estén totalmente hidratadas, reservamos.
Pelamos la cebolla y colocamos los tomates, la cebolla y los dientes de ajo en una fuente apta para horno.
Horneamos, con el horno previamente caliente a 180º C, durante 30 minutos, hasta que las verduras estén asadas.
En el vaso de la batidora añadimos la carne de las ñoras, las avellanas, las nueces y las almendras.
Agregamos el pan troceado, los tomates, la cebolla y los dientes de ajo troceados.
Agregamos una pizca de sal, el vinagre de Jerez y parte del aceite.
Trituramos mientras vamos incorporando el resto del aceite hasta conseguir una crema ligada y lo más fina posible.
Probamos el romesco y rectificamos normalmente con un toque de sal.
Esta sería la famosa salsa catalana.
En un momento tenemos lista esta estupenda salsa tan tradicional como acompañamiento de los típicos calçots o de cualquier tipo de pescado o verdura a la parrilla.