El romesco es originario de Tarragona y se cree que su nombre proviene del verbo catalán "remescolar", que significa mezclar.
Su origen se sitúa en el barrio marinero del Serrallo, donde los pescadores elaboraban un guiso de pescado con una salsa especiada que con el tiempo evolucionó en la salsa romesco tal como la conocemos hoy.
La salsa romesco es un claro ejemplo de la evolución de la cocina catalana tras el Descubrimiento de América, ya que incorpora ingredientes como el tomate y el pimiento rojo, que no formaban parte de la dieta mediterránea antes del siglo XVI.
Su textura y sabor se deben a la combinación de frutos secos, pan y aceite de oliva, elementos clave en la cocina catalana.
El xató no es solo una salsa, sino también el nombre de una ensalada típica del Penedès y Garraf.
Su origen está vinculado a las celebraciones vinícolas, específicamente al momento de "aixetonar" (colocar el grifo en las barricas para probar el nuevo vino).
En estas fiestas, se servía una comida basada en productos en salazón, como el bacalao y las anchoas, junto con una escarola fresca aliñada con la salsa xató.
Los primeros registros escritos del xató datan de finales del siglo XIX, aunque se cree que su consumo es anterior.
A lo largo del siglo XX, la receta de la salsa evolucionó, incorporando ingredientes similares a los del romesco, como la pulpa de ñora y los frutos secos.
Sin embargo, una de sus principales características es su mayor contenido de vinagre, lo que la hace más ácida y adecuada para aliñar ensaladas en lugar de acompañar platos calientes.
La salvitxada es inseparable de la tradición de las calçotades, celebraciones populares que giran en torno a los calçots, una variedad de cebolla tierna asada a la brasa.
Esta salsa, originaria de Valls (Alt Camp), se considera la auténtica acompañante de los calçots, aunque en ocasiones se confunde con el romesco.
A diferencia del romesco, la salvitxada tiene una mayor proporción de tomate asado y menos frutos secos, lo que le da una textura más ligera y un sabor más suave.
Su nombre podría derivar de "salsa" y "bitxo" (pimiento picante), aunque la versión tradicional no suele llevar picante.
La popularización de las calçotades en el siglo XX consolidó la identidad de la salvitxada como la salsa por excelencia de esta festividad.