Que todas sus versiones incluyen tomate, pimiento choricero, ajo y frutos secos.
Y que a partir de aquí, las variantes, los usos e incluso los nombres se multiplican.
El romesco aliña bien ensaladas, pastas, pescados, mariscos, verduras y mil cosas más.
Pero, como siempre, lo importante en la cocina se encuentra en la base, y por ello hoy compartimos una receta que podemos confirmar que es de auténtico romesco y que es facilísima de preparar en casa.
Con una batidora, triturar los tomates con los ajos pelados, la pulpa de los pimientos, las almendras, las avellanas y el pimentón.
Poco a poco, se va incorporando el aceite, el vinagre, la sal y la pimienta hasta que la salsa quede bien ligada.
Entre las decenas de variaciones que hay de esta receta, el Corpus Culinari Català detalla las siguientes:
Los ajos y los tomates se pueden freír en lugar de asar.
En vez de pimiento del romesco se le puede poner ñora.
Se puede espesar la salsa con pan seco frito o con miga de pan bañada en vinagre.
Se pueden añadir galletas.
Se puede añadir una punta de ajo crudo.
Se puede añadir una guindilla.
Se puede elaborar solo con almendra o solo con avellana.
Se puede añadir menta fresca.