Los calçots, las cebollas tiernas con Indicación Geográfica Protegida propia, otro de los elementos indispensables de estas comidas es la salsa romesco, un delicioso aliño con el que se puede acompañar la carne, el pescado y las verduras.
La salsa romesco se caracteriza por su combinación de sabores terrosos y ligeramente picantes, gracias al uso de ingredientes como los pimientos ñora, el ajo, las almendras o avellanas, y el aceite de oliva.
Su nombre define su sencilla elaboración, pues romesco originariamente significaría ‘mezclar y remover cosas diversas’.
El origen de esta salsa no se conoce con exactitud.
Algunas teorías asocian su nacimiento con otra receta, un plato de origen marinero muy típico de la costa de Tarragona, concretamente del barrio marinero del Serrallo, que comparte además su mismo nombre.
El romesco de Tarragona es una caldereta de pescado cuya base es un sofrito con tomate, ñora, pimentón y frutos secos, una mezcla que recuerda a la famosa salsa que luego se popularizó en toda la comunidad.
Sea este o no su antecesor, lo cierto es que esta salsa es uno de los iconos gastronómicos más difundidos de la cocina catalana.
Dependiendo de la zona y, sobre todo, del propósito de su elaboración, su receta acepta distintas variantes, aunque con diferencias ligeras y muchos rasgos comunes.
Además del romesco propiamente dicho, podemos preparar salsa xató, salvitxada...
Diferentes salsas que, popularmente, se engloban dentro de un icono común: la deliciosa y sencilla salsa romesco.