La ensalada valenciana, sin duda, es el acompañamiento por excelencia para comer una paella.
Esta se prepara con lechuga, cebolla cruda, gajos de tomate, zanahoria rallada y aceitunas.
Normalmente, se aliña con aceite, sal y vinagre y puede llevar otros ingredientes, como atún o maíz.
Asimismo, puedes comer una paella acompañada de gazpacho, especialmente si es verano.
Otro de los acompañamientos que puedes escoger es una tapa de mejillones o de berberechos, una auténtica delicia, sobre todo si disfrutas de tu plato de arroz preferido junto al mar.
Hay otros matices que hemos de tener en cuenta, por ejemplo que una paella nunca debe acompañarse con pan.
Por otro lado, aunque puedes echarle limón si lo prefieres, sobre todo si es de marisco, la realidad es que eso suele ser señal de que no está suficientemente sabrosa, así que quizá sea un detalle que no le encante al cocinero.
El último aspecto que debes cuidar a la hora de comer esta delicatessen de nuestra tierra es la bebida.
Normalmente, se recomienda beber un buen vino, preferentemente blanco si el plato es de marisco, que intensifique el sabor y te permita disfrutar de todos sus aromas.