La paella es sin duda nuestro plato más representativo dentro y fuera de nuestro país.
La paella de mi abuela va cambiando según avanzan las estaciones en el año.
En invierno le pone alcachofas, que es la verdura que hay.
Y en verano, el 'garrofó', ese típico judión que ponemos a la paella en época estival que es cuando lo encontramos fresco.
La paella es, sin duda, un plato que admite múltiples variables.
Es por ello que este plato puede conocerse como un 'arroz' popular.
La verdadera paella valenciana, la original, recibe ese nombre cuando se hace de forma tradicional.
Si nuestro arroz es de pescados y mariscos, podemos poner nuestra mirada en los vinos blancos, un Verdejo de Rueda como José Pariente, un Albariño como el que elabora Martín Códax o La Tremenda desde Alicante.
Sea como sea la paella que elijas, no olvides que es un plato que invita a la compañía, a sentarse en una mesa alrededor del 'caldero' y compartir.
Algo que se asemeja mucho al consumo de una botella de vino, donde el entorno y con quién la compartas formará parte de vuestra memoria sensorial.