El vino tinto es el más rico en antioxidantes, seguido por el vino rosado, que tiene un contacto breve con la piel, y finalmente el vino blanco, que casi no la utiliza durante la fermentación. El vino tinto es el que más beneficios ofrece a nivel cardiovascular y antioxidante. Contiene altos niveles de resveratrol, un compuesto que puede proteger las células del daño oxidativo, reducir la inflamación y mejorar la circulación. También aporta flavonoides, que se han relacionado con la reducción del colesterol LDL. El vino rosado conserva parte de los antioxidantes del tinto, aunque en menor concentración. ¿Buscas antioxidantes y salud cardiovascular? Elige un vino tinto seco y joven, de preferencia sin azúcar residual. ¿Prefieres algo más suave y digestivo? El rosado es tu opción, sobre todo en climas cálidos. La clave está en la moderación, es decir, una copa al día para mujeres y hasta dos para hombres, según recomendaciones internacionales.