La cebolla contiene numerosos polifenoles, especialmente la amarilla, que es rica en quercetina.
Este compuesto ha sido objeto de numerosos estudios para la prevención del cáncer y la reducción del colesterol.
La cebolla contiene también vitamina C, potasio, vitamina B9, fibra y, concretamente, inulina.
Es un alimento tonificante que posee una acción antiséptica y antiinfecciosa.
La cebolla es rica en antioxidantes y compuestos que pueden ayudar a prevenir enfermedades.
También es rica en fibra, lo que puede ayudar a regular el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento.
Además, la cebolla es una buena fuente de vitamina C, potasio y otros nutrientes esenciales.
La cebolla también contiene compuestos que tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
La cebolla es un alimento versátil que se puede consumir cruda o cocida, y se puede agregar a una variedad de platos para aumentar su valor nutricional.
La cebolla es un ingrediente común en muchas recetas y se puede utilizar para agregar sabor y textura a los platos.