Si nos centramos en el calçot, tal vez deberíamos abrir la mente a otros vinos que maridan mejor con esta cebolla asada a la brasa mojada en salsa romesco.
Maridaje con vinos tintos
Este vegetal tiene unos componentes azufrados que pueden causar que sea bastante incompatible con los vinos tintos, especialmente los muy jóvenes, con una buena acidez o de variedades especialmente tánicas.
Si realmente os gustan los calçots con vino tinto, optad por vinos de cuerpo medio con un poco de envejecimiento, como garnachas, tempranillos o merlots.
Maridaje con vinos blancos
Si estáis abiertos a probar cosas diferentes, un vino blanco con un poco de cuerpo y crianza también puede ser un buen acompañante.
La garnacha blanca, el xarel·lo o el chardonnay son tres variedades en las que fácilmente podemos encontrar vinos de este estilo.
Maridaje con vinos rosados
Otra opción sería elegir un vino rosado con cuerpo, de los tradicionales.
Con la moda de los rosados pálidos parece que nuestros rosados de siempre, a base de trepat o garnacha, hayan desaparecido de las bodegas, pero si sabéis buscar o dejáis que os ayudemos, seguro que encontraremos unos cuantos.
Maridaje con cava
Un buen cava reserva, de burbuja fina y delicada, en el que el paso del tiempo ha incidido en la evolución del producto, puede sorprender incluso al más tradicionalista de los calçotaires.