El jamón ibérico es un producto único debido a diferentes factores, como el cerdo ibérico, la alimentación a base de bellotas de la dehesa y la forma de elaborar el jamón.
La gran ventaja del jamón ibérico es que apetece tomarlo a cualquier hora, además de ser muy cómodo si lo tenemos loncheado y envasado al vacío.
El jamón ibérico es uno de los "cuatro ases de la baraja gastronómica", junto con el caviar, el foie gras y la trufa.
Cuando los turistas nos visitan, también quieren saber dónde probar el jamón ibérico puro de bellota, aquel que procede del cerdo de raza ibérica pura, criado en libertad en la dehesa, donde se alimenta de bellotas y hierbas.
El jamón ibérico atesora el legado histórico de una tradición artesana.
El corte es fundamental para disfrutar al máximo del jamón ibérico, y hay expertos cortadores que pueden sacar el máximo partido al producto.
Algunos de los lugares recomendados para comer buenos jamones ibéricos en Madrid son A’barra, Joselito, Zalacaín, Tatel, Casa Salesas, Cinco Jotas, Abya y La Garriga.
En estos lugares, se pueden degustar diferentes tipos de jamón ibérico, como el jamón ibérico de bellota 100% ibérico, el jamón ibérico de Jabugo o el jamón ibérico de la D.O.P. Valle de los Pedroches.
Además, muchos de estos establecimientos tienen cortadores profesionales de jamón que pueden cortar el producto al momento y ofrecer una experiencia gastronómica única.
El jamón ibérico es un producto que se puede disfrutar en diferentes momentos y ocasiones, ya sea como aperitivo, como acompañamiento de una comida o como ingrediente en diferentes recetas.