Es un plato de origen humilde que ha evolucionado hasta convertirse en un referente de la gastronomía catalana pero no reniega de la esencia su tradición marinera y su sencillez en la elaboración.
El suquet alimentó el alma de los pescadores.
El suquet al igual que la mayoría de los guisos de los hombres de mar es el resultado del ingenio y la necesidad, cada dura jornada estos enjutos trabajadores se encontraban con algunos peces de nulo o escaso valor mercantil, además de piezas dañadas por los aperos durante la captura, dando buena cuenta de toda esta merma en un nutritivo alimento que honrara a los dioses del mar como tributo, alimentando su alma y estómago.
El suquet según las lenguas de medio mundo no soy lingüista, ni experto, ni tan siquiera en mi propia lengua natal, pero cierto amigo de Tarragona me dijo en su día que el término suquet no es un nombre propio, sino un vocablo del catalán suquet que significa cazuela o marmita.
Más allá de la traducción de esta palabra, nos da pista su etimología pues es el diminutivo de such que a su vez describe a la perfección la esencia del plato, podéis juzgar si estoy en lo cierto: jugo, salsa, caldo, unte… por lo que prácticamente podemos describir el suquet como la receta de salsa tradicional de la cocina catalana, cuyo ingrediente principal es el pescado suquet de peix elaborado en cazuela y necesariamente con salsa.
Lo curioso o no lo es tanto las coincidencias no existen es la similaridad de esta voz catalana con otros muchos idiomas, que subrayan la importancia de este nombre en la descripción del plato.
Francés: sucs Italiano: súcco o súgo Inglés: suck chupar Polaco: soki o sok Portugués: suco Rumano: suc o sucuri.