Estas son las verduras que Harvard Health, consultado por la revista Real Simple, recomienda incluir en la dieta diaria para potenciar sus efectos positivos:
1. Repollo violeta (col lombarda)
2. Calabaza
3. Zanahorias
4. Tomates
5. Remolacha
6. Brócoli
7. Batatas (boniatos)
La col lombarda es especialmente rica en antocianinas, pigmentos que le otorgan su color morado y poseen capacidad para reducir la inflamación y riesgos asociados a enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Un ensayo en The American Journal of Clinical Nutrition confirmó el impacto positivo de las antocianinas en la inmunidad.
También aporta sulforafano, fitoquímico con efectos neuroprotectores y anticancerígenos.
El contenido antioxidante aumenta tras la cocción.
La calabaza moscada es fuente de carotenoides como el betacaroteno, la luteína y la zeaxantina, además de vitamina C, lo que potencia su capacidad antioxidante.
Las zanahorias sobresalen por su contenido en betacaroteno, precursor de la vitamina A, fundamental tanto para el sistema inmunitario como para el cuidado de la piel.
El antioxidante principal de los tomates es el licopeno, vinculado al cuidado de la vista y otros beneficios para la salud.
Un estudio del Instituto de Salud de Alemania, además de Harvard, evidenció que la cocción eleva un 60% la disponibilidad de licopeno.
La remolacha, con su característico color rojo intenso, contiene betalaínas y compuestos fenólicos de acción antioxidante.
Además, aporta nitratos que favorecen la circulación y el rendimiento físico.
Una revisión publicada en Nutrition Reviews confirmó estos efectos positivos.
El brócoli posee una concentración notable de antioxidantes y glucosinolatos, compuestos relacionados con efectos antiinflamatorios.
Es recomendable consumirlo tanto crudo como cocido.
Las batatas suministran vitaminas A y C, ambas con acción antioxidante.
Un estudio de la Universidad Complutense señala que la combinación de vitamina C y carotenoides, presentes en batatas y otras verduras, optimiza la respuesta inmunitaria.
Variá los colores: incorporá verduras de diferentes colores para obtener diversos tipos de antioxidantes.
Combiná preparaciones: alternando entre verduras crudas y cocidas maximizás la absorción de nutrientes.
Consumí regularmente: la constancia es clave para obtener los beneficios preventivos.
Aprovechá la cocción: algunos antioxidantes como el licopeno de los tomates se potencian con el calor.
Incorporar de manera regular estas verduras en la alimentación diaria, siguiendo las recomendaciones de Harvard Health y avaladas por fuentes como Real Simple y diversas instituciones de prestigio internacional, representa una de las formas más accesibles y efectivas de proteger la salud.