Para que la carne quede jugosa es importante la calidad de la pieza.
Le dará el sabor que necesitamos, siempre y cuando hagamos un cocinado adecuado.
Para comprar carnes de calidad, productos locales y frescos, tienes que confiar en los expertos del mercado.
La calidad de la carne es importante, pero no puede deslucirla un mal cocinado.
Tienes que tener en cuenta que la carne tiene mucha proteína y al deshidratarse con el cocinado, pierde el agua adquiriendo una consistencia fibrosa y quedándose dura.
Una buena organización y (pre)elaboración marcará la diferencia.
Sazona tus piezas, marínalas, sumérgelas en agua para ablandarlas… son solo algunos consejos.
Pero hay más: con yogurt y leche.
Si mezclamos ambos ingredientes hasta conseguir una textura líquida y sumergimos nuestros filetes para dejarlos reposar durante aproximadamente dos horas en la nevera, el músculo de la carne se enternecerá, pues se habrá impregnado del lácteo.
con aceite de oliva y vinagre de vino blanco.
Medio vaso de cada es suficiente para remojar nuestra carne.
Déjala en la nevera durante unas 3 horas como mínimo.
También le dará un sabor muy especial.
Con cerveza.
El zumo de cebada no solo nos servirá para darle sabor a la pieza, sino también para enternecerla.
Cubre la carne con tu preferida, te recomendamos una IPA.
En adobo o marinada.
Si mezclas sal, aceite, vinagre o algún zumo, hiervas frescas y especias, conseguirás darle un toque muy especial a tu carne, además de hacer un precocinado esencial para que el bocado quede perfecto.
Al igual que con las otras ideas, sumerge las piezas en la mezcla y deja reposar en la nevera durante el máximo tiempo posible.
Cuanto más gruesos sean los filetes, más adobo necesitarás.
Una carne sin sal, es como un día sin pan.
Sin embargo, tenemos que tener muy presente cuándo añadirla.
Pensamos en ocasiones que es mejor hacerlo en crudo, sin embargo, cuando lo hacemos, la carne «suda» y elimina los líquidos que contiene, y no queda jugosa.
Nos arriesgaremos a que se quede seca.
Añade la sal una vez la pieza esté marcada en la plancha y procura que siempre sea sal gorda.
No cocines la carne nada más sacarla de la nevera.
Deja que se ambiente hasta pasarla por la plancha.
Los cambios bruscos de temperatura pueden endurecerla.
Una vez aderezada y marcada, tapa la sartén o la plancha y apaga el fuego para que la carne se haga por dentro.
5 minutos antes de cortarla será suficiente.
De esta manera no perderá agua.