Los callos en pies y manos son altamente frecuentes.
La hiperqueratosis, más conocida como «callos» o «durezas», consiste en el engrosamiento de la capa más superficial de la piel.
Esta capa está compuesta por una proteína protectora llamada queratina, que actúa cuando se produce una fricción constante en una zona determinada del cuerpo.
Aunque la causa principal es la fricción, irritación o presión de una zona de la piel, también existen casos de herencia genética en los que los pacientes presentan este tipo de afección de manera natural.
Callos o durezas: sucede cuando se crea un cúmulo de células muertas de la piel que se van «amontonando» hasta generar un pequeño abultamiento en la zona.
Suele producirse, por ejemplo, en deportistas que practican habitualmente el levantamiento de pesas o en trabajadores de logística que recorren muchos kilómetros diarios con un calzado demasiado presionado.
Existen numerosos productos farmacéuticos que pueden facilitar la reducción de la dureza.
En caso de que perdure, es recomendable visitar a un especialista que pueda tratarlo de manera directa.
En ocasiones, si existe gran cantidad de callos y su volumen no permiten funciones cotidianas como caminar o agarrar, se puede realizar una pequeña intervención para limpiar y regenerar la zona.
Recuerda que puedes pedir cita con nuestros especialistas si necesitas más información sobre cualquier patología.