El pastel, tarta o torta de tres leches es un postre tradicional latinoamericano. 
Consiste en un bizcocho bañado con tres tipos de lácteo: leche evaporada, media crema y leche condensada, que le dan su nombre. 
Suele acompañarse con un merengue de claras de huevo y con cerezas al marraschino y espolvoreado con canela en polvo si así lo desea. 
Usualmente, la receta no lleva mantequilla y por eso tiene una textura esponjosa. 
La decoración puede variar dependiendo de la región o del gusto del comensal. 
Se puede utilizar chantilly o betún de merengue. 
Puede prepararse de diferentes maneras, por ejemplo se puede agregar chocolate a la decoración, galletas oreo, cacahuates, fresas, almíbar de frutas, drip de chocolate o bien agregar dulce de leche (cajeta/manjar/arequipe), o alguna bebida alcohólica (ron, brandy, anís, etcétera) a la mezcla de los tres elaborados de leche. 
Es un postre popular en México, Nicaragua, Venezuela, Panamá, Colombia, el Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Ecuador, Costa Rica, Puerto Rico, la República Dominicana, y demás países de Centroamérica como El Salvador, Guatemala, Honduras, entre otros países de Hispanoamérica, pero también en Albania y España. 
El origen exacto de los pasteles de tres leches es desconocido, sin embargo, se cree que este postre tiene sus raíces en México o Nicaragua. 
Las recetas de postres de pastel remojado se vieron en Latinoamérica ya en el siglo XIX, probablemente como resultado de la gran transferencia intercultural que tuvo lugar entre Europa y las Américas. 
Aparecieron recetas en las etiquetas de leche condensada de la compañía suiza Nestlé en la década de los años 1940, lo que puede explicar la popularidad ampliamente difundida de la tarta en Hispanoamérica.