Conocer con precisión el origen del ponche de huevo, también conocido como eggnog, es una tarea complicada. 
Existen muchas versiones sobre cómo es que nació esta bebida y aún no se sabe exactamente cuándo surgió. 
Sin embargo, muchos historiadores cuentan que durante los primeros años de la época medieval británica se bebía lo que pudo haber sido el real origen del ponche de huevo. 
Se trataba de una bebida llamada posset que era preparada con leche caliente cuajada con vino y a la que se le añadía algún endulzante y especias. 
El posset era muy consumido para combatir resfríos y gripes, y obtuvo mucha popularidad hasta el siglo XIX. 
Con el correr de los años, esta bebida llegó a Canadá y a Estados Unidos gracias a las olas migratorias europeas. 
Especialmente en Estados Unidos se convirtió en una bebida muy popular, y que era preparada con whisky o ron, ya que eran los licores más económicos y fáciles de encontrar. 
Fue tal su popularidad que se dice que hasta el propio George Washington lo ofrecía a sus visitantes, mezclando licores como el whisky de centeno, jerez y ron, y por supuesto, combinado con los lácteos, huevo y endulzado con azúcar. 
Promediando el siglo XIX, el ponche de huevo ya era muy popular y uno de los cócteles navideños por excelencia. 
Hasta el día de hoy, se sigue relacionando el eggnog con la Navidad y, por ello, os vamos a contar cómo hacer un delicioso ponche de huevo.