La alimentación de los perros no es un asunto que tomarse a la ligera, teniendo en cuenta que de ella depende su salud, su desarrollo, su crecimiento y su bienestar. Escojamos la dieta que escojamos para nuestro mejor amigo de cuatro patas, hemos de informarnos bien al respecto y consultarlo siempre con el veterinario. Es importante asegurarnos de que el can recibe el aporte de nutrientes y calorías necesario para su organismo, teniendo en cuenta su raza, edad, tamaño, actividad física, estilo de vida… Una tendencia recurrente es ofrecer al animal comida casera. No debemos mezclar en una misma toma el pienso del perro con comida casera. La comida casera en sí misma no es mala para el perro –evitando, por supuesto, ciertos alimentos prohibidos para ellos–, pero sí resulta negativa la mezcla con el pienso en una misma toma. Si mezclamos ambos alimentos en una misma toma, se producen fermentaciones incompatibles en el estómago del animal, dando como resultado problemas estomacales como vómitos, diarrea, estreñimiento o incluso una torsión de estómago. Si quieres que tu perro disfrute de las bondades, ventajas y sabores tanto del pienso como de la comida casera, lo que debes hacer es alternarlas.