Te contamos algunas preparaciones para incorporarlos a tu alimentación.
Tu alimentación puede ser rica, sabrosa, deliciosa y, sobre todo, SALUDABLE.
Es más sano.
Se encuentran en su momento óptimo de consumo, tienen mejor sabor, aroma y color.
Nos dan más ganas de comerlas y, por ese motivo, podemos lograr ingerir la cantidad mínima recomendada por la OMS de 600 g al día.
Proporcionan un alto contenido de micronutrientes como vitaminas, minerales y fibra.
Reducen los niveles de colesterol y son bajas en grasa y calorías.
Son fuente de agua y te ayudan a alcanzar la hidratación que necesitás por día.
Mejoran el tránsito intestinal.