La agricultura en la vega del Tajuña comenzó a tener importancia a raíz de su sistema de regadío.
El sistema de regadío en la vega del Tajuña es de origen Árabe, y se utilizan desde el siglo VII-VIII.
En el Documento n. º 9, "Respuesta de la villa de Morata", al interrogatorio de Lorenzana, se menciona que los frutos más singulares que produce este pueblo son trigo, cebada, aceite, vino y ajos.
En escritos de la época del año 1827, el geógrafo Sebastián Miñano dice que se crían en esta villa riquísimos frutales, y se produce trigo, vino, aceite, legumbres y muchos ajos.
En el libro "Crónicas de los pueblos de la provincia de Madrid", de Juan Diego Arribas, se menciona que Morata es un pueblo enteramente agrícola y produce leguminosas, cereales, tuberculosas, verdura, hortalizas y bulbos, como ajos y cebollas.
En tiempo de las colectividades agrarias, la producción de ajos fue de 85.441 kilos.
Morata siempre ha sido famosa en los principales mercados de Madrid por sus ricas frutas, verduras y ajos.
Con la puesta en marcha del ferrocarril del Tajuña en 1901, la agricultura de Morata se fomentó aún más, y se transportaban vinos, cereales y remolacha a las azucareras.
En la actualidad, Morata de Tajuña es uno de los pueblos de la Comunidad de Madrid con mayor producción de ajos, y cuenta con un mayor reconocido prestigio de calidad.