La morcilla es un embutido que se realiza de una manera sencilla con sangre de cerdo ibérico condimentada, y mezclada con otros ingredientes como pueden ser, por ejemplo, arroz, cebolla o incluso miga de pan. La morcilla es un alimento muy extendido que puede encontrarse en muchos países, existe muchas variedades. Por su parte la morcilla achorizada es una mezcla entre chorizo y morcilla, aunque su textura puede ser más parecida a la del chorizo. Morcilla: seco, terroso, con sabor a hierbas y nueces. Morcilla Achorizada: De gusto suave y con un paladar agradable. Para preparar la morcilla en casa, se necesitan cuatro tazas de sangre de cerdo, una taza de leche, cebollas finamente picadas, tres tazas de manteca de cerdo picada y una cucharada de pimienta negra para condimentarla. Si te sobra morcilla, envuelve la porción cortada con papel de aluminio y deja que se congele para que conserve su calidad. La morcilla de Burgos es la más popular, aunque pocas personas conocen la manera de elaboración de la misma, lleva un 50% de cebolla y que existe un secreto milenario que el productor Roberto da Silva nos comparte en cada una de sus catas de morcilla. La morcilla de Jabugo o Ibérica Más allá de ser una simple morcilla tanto de apariencia como en su sabor, por su nivel de intensidad, parece un chorizo. La morcilla patatera extremeña Esta delicadez, siendo picante o no, obtiene su nombre porque en vez de arroz o pan, lleva patata, en vez de sangre, lleva magro de cerdo y grasa de cerdo ibérico.