El vino ha sido históricamente una bebida con prestigio entre las civilizaciones de Europa Occidental y ha estado presente en festividades, acontecimientos importantes y en la firma de grandes tratados. No resulta nada sencillo determinar cuál es el verdadero origen del vino, debido a que numerosas civilizaciones se atribuyen para sí el invento de esta suculenta bebida alcohólica. La historia de la humanidad está estrechamente ligada a la agricultura y ganadería, y el vino, bebida obtenida por la fermentación de la uva, ha sido desde la antigüedad uno de los bienes más apreciados por la mayoría de culturas. El nombre vino procede directamente del latín vinum , y se cree que proviene del griego oinos e incluso del sánscrito vêna . Estudios científicos y arqueológicos han demostrado que existen evidencias de que las producciones de vino más antiguas datan de la Edad de Bronce, entre el 6000 al 5000 AC y proceden de Georgia, Armenia, Sumeria e Irán. Un hallazgo de gran valor fue el descubrimiento de la bodega más antigua del mundo conocida hasta el día de hoy, datada del año 6100 AC, entre los montes que limitan Georgia y Armenia, auténtica cuna del vino. La primera cosecha de vino de la humanidad se otorga a la hallada en Súmer, en las fértiles tierras entre los ríos Tigris y Eúfrates en la antigua Mesopotamia.