Los judiones de la Granja son una legumbre de gran tamaño que se cultiva en un área específica de Segovia.
Se caracterizan por tener una piel muy fina y que, bien cocinadas, se conservan enteras y al comerlas tienen una textura tiernísima, como mantequilla.
Se suelen consumir en guisos tipo fabada, y hoy os voy a presentar la receta con la que me he estrenado con ellos: es un guiso de este tipo pero con menos contenido fuerte.
Aun así, están deliciosisimas, y para estos tiempos son estupendas para hacernos entrar en calor.
Para hacer este plato se necesitan 400-500 gr de judiones de la granja, 1 trozo de unos 5 dedos de chorizo, 1 cebolla, 200-300 gr de verduras variadas picadas, 2 cucharadas de tomate frito, 3 dientes de ajo, 3 hojas de laurel y 1 cucharada sopera de pimentón.
Debemos dejar los judiones en remojo durante 1 noche, pero al ser los judiones más grandes, os recomiendo dejarlos más tiempo, si es posible, hasta 2 días en remojo a temperatura ambiente.
Van a absorber muchísima agua, por lo que sed generosos con el cuenco y el agua.
Cuando tengamos remojados los judiones, ya podremos empezar a cocinar, poniendo en la cazuela los judiones, agua fría, el chorizo, el laurel y el alga si se desea.
Encendemos el fuego fuerte y, en cuanto empiece a hervir a borbotones, echamos un buen chorro de agua fría.
Cuando vuelva a hervir, bajamos a fuego suave y dejamos cocinar durante apróximadamente 2 horas.
Una vez que los judiones estén tiernos, retiramos el alga, incorporamos a ellos el sofrito y dejamos que se cocine todo junto unos 15 minutos a fuego suave.
OJO: si antes de echar el sofrito consideráis que hay demasiada agua en los judiones, quitad un poca o bien triturad 4 judiones con agua para darle el espesor buscado.
Se recomienda no remover las legumbres con cuchara, sino menear la cazuela para evitar que se rompan.
Ahora ya estamos listos para comer nuestros fabulosos judiones, que estarán incluso más ricos al día siguiente.
También se pueden congelar sin problema.