El judíon de La Granja es una especie de alubia blanca de gran tamaño que se ha venido cultivando tradicionalmente en la provincia de Segovia.
Su origen está asociado a la construcción del Palacio Real de La Granja, que tuvo lugar durante la primera mitad del siglo XVIII, una época en la que los jardineros franceses que por allí deambulaban tuvieron a bien introducir unas judías procedentes de Sudamérica que llamaban la atención por su tamaño.
Al principio se utilizaban como forraje para el ganado y, según cuenta la leyenda, la Reina Isabel de Farnesio las usaba para alimentar a sus faisanes, que le solían hacer mucha compañía.
Con el paso de los años el judíon consiguió colarse dentro del palacio, donde los sirvientes realizaban una selección exhaustiva y llevaban a cabo un proceso de aclareamiento.
Fueron pasando los años y la siembra del judión ya no se limitaba al núcleo de La granja, sino que empezó a extenderse por las vegas de los ríos Eresma y Pirón, hasta llegar a convertirse en lo que es ahora, la legumbre más importante de la provincia de Segovia y uno de los grandes símbolos culinarios de Castilla y León.
Cabe recordar que con ella se elabora el famoso plato de judiones con chacinas que se ofrece en multitud de restaurantes de toda la provincia.
Además, es un alimento que estimula los movimientos regulares del intestino por su alto contenido en fibra y ayuda a disminuir los niveles de colesterol en la sangre gracias a la presencia del ácido linoleico.
Es rico en almidón, que se digiere y absorbe con lentitud permitiendo una liberación constante de glucosa, lo que ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre.
En cuanto a sus propiedades, cabe destacar que nos aporta vitaminas B y C, potasio, fósforo, magnesio, calcio y hierro y glúcidos.
Todos son nutrientes esenciales en una dieta sana.
La proporción de granos por cada 100 gramos es cercana a 85 granos.