El primer paso que Chicote hace es dejar los garbanzos en remojo al menos durante una noche.
El primer error que se suele cometer al respecto, es comprar los frascos de garbanzos ya cocidos.
Sin embargo, su sabor es muy diferente.
Alberto Chicote tiene muy claro qué ingredientes no pueden faltar en un auténtico cocido madrileño: morcillo de ternera, huesos de rodilla, huesos de caña, gallina, pollo, costillar de ternera, tocino salado y curado, zanahorias, puerros y una cebolla.
Para hacer aparte, chorizos, morcilla, repollo, ajos y garbanzos.
En una olla con agua fría hay que echar todos los ingredientes antes mencionados y cuando llegue a ebullición, se cuelan los alimentos y se tira este agua.
De nuevo, con agua limpia y fría, se vuelven a echar los ingredientes y se dejan cocer hasta que estén tiernos.
En este paso, Chicote recomienda retirar cada ingrediente cuando esté hecho, pues cada uno tiene su tiempo de cocción y podrían quedar duros si no se retiran a tiempo.
Para cocer el resto de ingredientes, Chicote separa el caldo en distintas ollas siempre rellenando de nuevo con agua la olla principal donde se encuentran todos los ingredientes.
Es importante saber que hay que guardar el caldo de cada una de las ollas.
Además del caldo principal, tiene que estar el de los garbanzos y el de la morcilla y los chorizos.
Esto se debe porque para hacer la sopa, se van a utilizar estos tres caldos.
Sin embargo, hay que ir agregando poco a poco e ir probando la mezcla para saber si se prefiere un sabor más intenso a chorizos o más suave a carne o a garbanzos.
Una vez la sopa esté a gusto de cada uno, se agregan los fideos y se dejan cocer hasta que estén tiernos.
Después solo tocará servir: primero la sopa, después la verdura y por último la carne.
O no, porque tal y como dice el mismo Chicote "como os apetezca, que a cada uno le gusta comerse el cocido de una manera".