El mate cocido, también conocido como yerbeado en el campo, donde se prepara en tazones de lata y sobre leña encendida, puede tener en cuanto al sabor cierta similitud al mate, pero con un sabor mucho más suave. Es apreciado por su sencilla preparación y su lugar en la cultura sudamericana como una bebida reconfortante y socialmente compartida. Se lo puede elaborar con la misma yerba con palos, la que utilizamos para el mate, o bien, se pueden conseguir los saquitos ya listos de mate cocido. Pero, nada parecido al elaborado con la misma yerba, colado y endulzado apenas. Además, muchos eligen sumarle leche tibia. El consumo promedio anual de yerba por habitante en el país es de 6,4 kilos y está presente en más de 90% de los hogares, según el último informe del Instituto Nacional de la Yerba Mate(INYM). La consultora Inemo Market Research reveló, además, que “seis de cada diez argentinos mayores de 18 años consumen mate cocido habitualmente”, y que su consumo “aumentó en un 50% en los últimos diez años”, siendo “el mayor crecimiento entre todas las infusiones”. Actúa como un poderoso antioxidante. Estimula el sistema nervioso de forma natural. Aumenta la capacidad de concentración. Mejora la resistencia a la fatiga física y mental. Funciona como diurético y laxante suave. Proporciona mayor energía y vitalidad. Previene enfermedades como la diabetes, arteriosclerosis y enfermedades cardiovasculares. Ayuda a mantener un peso saludable.