Para prevenir las callosidades del pie, es fundamental llevar siempre calzado cómodo, no demasiado apretado para evitar una compresión excesiva, pero tampoco demasiado holgado, para que el pie no roce con las paredes del zapato.
Las mujeres deben limitar al máximo los dedos estrechos y los tacones altos
Se aconseja a los diabéticos que eviten la formación de callosidades en los pies, ya que sus pies, muy delicados, pueden ser propensos a ulcerarse e infectarse.
Los diabéticos deben revisarse rutinariamente los pies para darse cuenta inmediatamente de la formación de callos e intervenir lo antes posible, aunque aún no sientan molestias o dolor.
En presencia de un callo o un durón, lo primero útil es ablandar el pie dándole un baño de pies con agua tibia y bicarbonato de sodio.
A continuación, se debe utilizar piedra pómez o una escofina específica para pies con el fin de adelgazar el engrosamiento del callo y obtener alivio de las molestias y el dolor.
Por último, se debe aplicar una crema hidratante específica para pies.
Una solución especialmente eficaz entre los remedios para los callos es el esparadrapo para callos, que reblandece el callo y facilita su eliminación; este tipo especial de esparadrapo amortigua la presión, reduciendo el dolor, y puede aplicarse inmediatamente después de un baño de pies.