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¿Cómo surgen los callos?

Isaac Garibay
Isaac Garibay
2025-09-19 16:37:19
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Los callos o callosidades son un problema frecuente, consiste en el exceso de crecimiento de la capa córnea debido a una fricción o sobrecarga continua. Aparece una hiperqueratosis que llega a ser muy dolorosa cuando se presiona. Este problema afecta a la estética de nuestros pies y a su salud, dependiendo del tipo de callo que sea puede ser más o menos doloroso. Por ello, es importante acudir al podólogo y determinar el tipo de callo y su tratamiento. En su aparición influyen factores como el calzado, la sequedad en los pies, la forma de caminar o deformidades en los pies. Normalmente suelen aparecer en el dorso de los dedos de los pies o en la planta del pie, pero también pueden aparecer entre los dedos de los pies. Seguro que en algún momento de nuestras vidas nos encontramos un callo en nuestros pies, alrededor del 35% de los españoles sufren callosidades en los pies a lo largo de su vida. A continuación os contamos cuántos tipos hay. Los callos duros se producen principalmente por deformidades en los dedos o presión ejercida sobre ellos a causa del uso de calzado estrecho. Los callos vasculares presentan características muy similares a las de los callos duros, a excepción de que en su interior crecen vasos sanguíneos. Este tipo de callos provoca una especie de hernia en la dermis del pie. En el caso de los callos neurovasculares, además, se añade la presencia de tejido nervioso. Este tipo suele ser el más doloroso y tiende a sangrar. También pueden producirse callos en la planta del pie, sobre todo en la base de los dedos y en los talones. Normalmente aparecen como consecuencia de una pisada inadecuada y una falta de hidratación. Son lesiones de aspecto redondo y amarillentas. No debemos confundirlos con verrugas o papilomas, para ello es importante acudir al podólogo. La causa principal de la aparición de los callos suele ser la presión y el roce continuado de algún elemento externo con la piel. Concretamente, por el uso de zapatos muy estrechos que oprime los dedos. Como consecuencia se produce una multiplicación celular que provoca que la piel se endurezca y se engrose, el cuál tiene una función protectora. Suele producirse en la parte de arriba o a un lado del pie, normalmente porque el calzado no ajusta bien. Las personas que tienen otras afecciones en los pies como juanetes suelen ser más propensas a desarrollar callosidades. Además, otra causa suele ser las malformaciones y deformidades en los pies. Los callos son lesiones de los pies que se pueden tratar. Su tratamiento dependerá del lugar en el que esté localizado el callo y su gravedad. Si se produce una hiperqueratosis sin dolor es mejor no tocarla para no estimular su crecimiento, ya que si se quita la piel vuelve a defenderse creando más callosidad, pudiendo agravar el proceso. Ante un callo lo conveniente es consultar a un podólogo que nos pueda hacer un buen diagnóstico y establecer el tratamiento más adecuado según el tipo de callo que tengamos. Desde COPOMUR desaconsejamos el tratamiento de este tipo de lesiones en casa sin consulta previa con un profesional de podología. Lo que sí se puede hacer es mantener una buena hidratación en la piel del pie con cremas específicas para su cuidado y evitar, a toda costa, el uso de tratamientos caseros, limas, etc. Si el podólogo lo considera necesario llevará el tratamiento de quiropodia él mismo para eliminar los callos. Pero siempre debemos consultar a un podólogo colegiado.