El significado de añada es ni más ni menos que el año de cosecha del vino, un dato importante sobre el ejemplar que suele estar bien visible en la mayor parte de las etiquetas del mundo.
Las añadas se pueden clasificar en regulares, buenas o excelentes de acuerdo a las condiciones climáticas del año en el terruño del que proviene el vino.
En la Argentina y el Nuevo Mundo vitivinícola es menos frecuente que haya grandes variaciones climatológicas entre una añada y otra.
En cambio, en los vinos del Viejo Mundo la clasificación de la añada ofrece una información muy importante sobre la calidad del vino en cuestión.
Es por eso que en Europa un mismo vino puede tener dos precios muy diferentes de acuerdo a su añada: una etiqueta de una añada excelente es mucho más cara que el mismo ejemplar proveniente de otra añada buena o regular.
La añada aporta una información sobre el vino que si bien en algunos casos –como en el Viejo Mundo- puede ser un signo de calidad, no es decisiva a la hora de elegir y comprar un vino argentino.
Incluso un vino desprovisto de añada puede ser de la misma calidad o superior a uno con añada.
Por ejemplo, un vino emblemático de Bodegas Bianchi como es Don Valentín Lacrado es un tinto histórico que nunca tuvo su añada en la etiqueta.
Del mismo modo, muchos grandes Champagne franceses no tienen añada, como los de las casas productoras Veuve Clicquot y Moët & Chandon.