La región de Rioja se divide en tres subzonas vitivinícolas, cada una con características climáticas y edafológicas únicas, lo que da lugar a vinos con personalidad propia.
Rioja Alta: equilibrio y elegancia.
Ubicación: Oeste de la comunidad autónoma de La Rioja, entre Haro y Logroño.
Clima: Continental moderado con influencia atlántica.
Suelos: Arcillo-calcáreos, con topografía suave.
Variedad principal: Tempranillo, acompañada de Graciano, Mazuelo y Viura.
Vinos: Tintos equilibrados, de color rubí brillante, elegantes en aroma y perfectos para crianza.
Rioja Alavesa: la cuna del Tempranillo.
Ubicación: Al norte del río Ebro, en la provincia de Álava (País Vasco).
Clima: Atlántico con influencia mediterránea.
Suelos: Arcillo-calcáreos con buen drenaje, situados en laderas a más de 400 metros de altitud.
Variedad principal: Tempranillo, que da lugar a vinos expresivos y con gran frescura.
Vinos: Tintos frutales, con buena acidez y estructura, ideales tanto jóvenes como con crianza.
Rioja Oriental: vinos potentes y aromáticos.
Ubicación: Sureste de la región, en La Rioja y Navarra.
Clima: Mediterráneo, más seco y cálido que en las otras subzonas.
Suelos: Arcillosos y fértiles, con menor altitud que en Rioja Alta o Alavesa.
Variedad principal: Garnacha, que aporta vinos afrutados y de alta graduación alcohólica.
Vinos: Tintos aromáticos, con menor acidez y cuerpo más estructurado.