El pan siempre fue un aliado en la alimentación de la población gallega desde tiempos remotos. El pan es un producto universal presente en todas las culturas. En Galicia existen diferentes tipos de pan, pero todos comparten dos denominadores comunes: horno de leña y sabor tradicional. La tradición panadera del territorio es muestra de la excelente calidad de la elaboración del producto y, un buen ejemplo, es el pan de Neda. Neda es un municipio perteneciente a la provincia de A Coruña, próximo a Ferrol, que se sitúa en un valle que forma el río Belelle y que dispone de importantes puntos de interés, como el Mirador de Anco o la Iglesia de Santa María. No obstante, si por algo destaca esta villa es, especialmente, por la tradición de su pan. Felipe II decidió trasladar su flota al puerto de Ferrol para protegerse de futuros ataques. Los panaderos de la zona coinciden en que el secreto de la masa del pan de Neda está en la calidad del agua del río Belelle, con la que se elabora un pan inscrito como Marca de Calidad. Expertos afirman que las harinas fabricadas con estas aguas adquieren calidades apreciables en blancura y sustancia, de ahí el aspecto tan impoluto que caracteriza al pan de la villa. Además, la este producto coruñés se le suma la miga apretada y la corteza protectora. Desde el Ayuntamiento apuntan que desde el 10 de septiembre de 1989 se celebra el primer domingo de este mes la Fiesta del Pan de Neda. La celebración gastronómica tiene como fin promocionar los productos de las panaderías de la comarca y enaltecer el trabajo de panaderos y forneiros. Desde pan, empanadas, dulces, bizcochos… todo tipo de productos típicos de la villa ganan protagonismo en esta celebración y disfrutan de la oportunidad de darse a conocer y mostrar las características únicas de la gastronomía de Galicia.