El recetario típico aragonés es un reflejo de la tradición y la riqueza gastronómica de la comunidad, con platos contundentes y elaborados con productos locales.
Su cocina combina influencias castellanas, catalanas y navarras, con un fuerte arraigo en los productos de la huerta, la ganadería y la caza.
Entre los platos principales de Aragón se encuentran el ternasco de Aragón, las borrajas con patatas, o el bacalao ajoarriero.
El rancho aragonés es un guiso tradicional y sencillo, muy popular en Aragón, especialmente en reuniones familiares o comidas al aire libre.
Se caracteriza por su versatilidad, ya que se puede hacer con diferentes tipos de carne y verduras según la disponibilidad.
Es un plato contundente y sabroso, perfecto para días fríos.
El rancho aragonés es un guiso tradicional de Aragón, muy popular en reuniones familiares y comidas campestres.
Su origen está ligado a la cocina humilde de pastores, jornaleros y agricultores, quienes aprovechaban los ingredientes disponibles para preparar un plato contundente y reconfortante.
El rancho aragonés se ha cocinado históricamente en el campo, en grandes calderas o perolas sobre fuego de leña.
Es típico de celebraciones al aire libre, como romerías o festividades locales, donde se hace en grandes cantidades para compartir.
Su sencillez y versatilidad han hecho que se mantenga como un plato muy apreciado en la gastronomía aragonesa.
Es un plato rústico y sabroso, que admite muchas variantes según la zona y los ingredientes disponibles.
Algunas versiones incluyen embutidos como chorizo o longaniza de Graus para darle más sabor.
Con respecto a las variantes de esta plato, cabe destacar que en Teruel, el rancho suele llevar más carne de cerdo y a veces se aromatiza con tomillo.
Sin embargo, en Huesca, es común añadir longaniza de Graus para potenciar el sabor.
Además, en algunas zonas, se hace más caldoso o más espeso según la cantidad de caldo y el uso de arroz.
De la misma forma, tradicionalmente, se cocina en fuego lento y se sirve en cazuelas de barro.
Este plato es energético y saciante, ideal para reponer fuerzas, especialmente en climas fríos.
Además, es rico en proteínas de calidad, favorece el mantenimiento muscular y la regeneración de tejidos.
De la misma forma, tiene un buen aporte de fibra, si se usan verduras como pimientos y guisantes, ayuda a la digestión.
Igualmente, es versátil y equilibrado, se puede adaptar para hacerlo más ligero o más proteico según las necesidades.
Cabe destacar que si se quiere una versión más saludable, se puede usar menos aceite, optar por carnes magras y aumentar la cantidad de verduras.