Reduce el estrés
La vista, los olores, y sonidos de un jardín proporcionan relajación y reducen el estrés.
Muchos estudios han demostrado que la jardinería puede reducir el nivel de cortisol con tan solo media hora dedicada al cuidado de las plantas.
Ayudan a la salud mental
Ayuda a las personas que tienen problemas de salud mental a sentirse mejor consigo mismas.
Además, practicar la jardinería nos ayuda a desconectar, a aparcar el mundo exterior y tener la paz interior que necesitamos muchas veces.
Además, un estudio hecho por investigadores de los Países Bajos encontró otro beneficio de la jardinería: al reducir el nivel de cortisol en el cerebro, también ayuda a la capacidad de memoria.
Con el paso de los años, la memoria nos hace malas pasadas, por lo que podría ayudar a retenerla.
Otros estudios, también han podido comprobar que las personas con depresión que cuidaban las plantas durante al menos 6 horas semanales se sentían mejor y más optimistas.
Y por otro lado, también aumenta la autoestima.
Las personas que realizan actividades relacionadas con la jardinería suelen estar más satisfechas con sus vidas, al ver crecer las plantas que han cultivado correctamente, se sienten reconfortadas.
También, ayuda a la salud física
¿Sabíais que si practicáis jardinería durante 45 minutos quemaréis lo mismo que en una sesión de 30 minutos de danza?
Además, como la jardinería se practica al aire libre, se recibe directamente la luz del sol, lo que hace que la vitamina D se absorba, y como es la encargada de que se absorba el calcio, el mineral fortalece los huesos y el sistema inmunológico.
Asimismo, como son varias tareas a realizar, ayuda a la coordinación, por los movimientos repetitivos, como el de plantar semillas, desenterrar raíces, etc.
Aparte de prevenir la diabetes, también ayuda al crecimiento de las uñas.
La tierra calcárea, al tener calcio, ayuda a que las uñas crezcan fuertes y con rapidez.
Conecta con la naturaleza
El cuidado de las plantas nos hace más sostenibles, queriendo utilizar materiales naturales.
Alimentación saludable
Donde hay un jardín también puede haber un huerto.
Podéis empezar con tomates cherrys, por ejemplo.
Comer comida que se cultiva uno mismo es más saludable.
Además, al estar más conectados con el medio ambiente y la naturaleza, hace una relación más estrecha.
Podríais haceros vuestras ensaladas con verduras de vuestro jardín, por ejemplo.