La patata está formada por un 75-80 por ciento de agua, es rica en potasio, vitamina A, B1 y B3 y ácido fólico, proporciona pequeñas cantidades de zinc y magnesio, y además, apenas aporta grasas. Su contenido de potasio otorga a su consumo propiedades positivas sobre la salud cardiovascular, gracias al efecto vasodilatador y diurético que contribuye en la reducción de la hipertensión y a mantener la función cardiovascular. La patata contiene azúcares complejos, y gracias al almidón, su digestión es lenta, lo que supone que su absorción en sangre es progresiva, ayudando así a mantener los niveles de glucosa. Sin embargo, se recomienda combinarla con verduras para que la fibra de éstas ayude a regular el paso de los azúcares en la sangre. La patata es un alimento con gran presencia en la dieta española. Cocidas, hervidas, asadas o hechas al vapor con piel, conservan una mayor cantidad de nutrientes y son más fáciles de digerir. La patata es indiscutiblemente un alimento saludable, además de resultar muy versátil a la hora de preparar recetas y apto para todos los bolsillos. La patata cuenta con muchísimas propiedades nutricionales, además de tratarse de un alimento que puedes preparar y consumir todo el año.