La cebolla es muy buena para las afecciones respiratorias, cuando tenemos tos, catarro, resfriado, gripe o bronquitis.
La cebolla contiene casi un 90% de agua, y es muy conocida por hacernos llorar cuando la pelamos o picamos debido al ácido sulfúrico de su aceite natural.
El ardor en los ojos al pelar y picar una cebolla se debe al ácido sulfúrico contenido en su aceite natural.
Sí, es muy buena para las afecciones respiratorias en general, por ejemplo, durante el resfriado, la gripe o la bronquitis, así como en caso de tos.
En especial, las cebollas ayudan a combatir el catarro, la bronquitis y otras afecciones de tipo respiratorio debido a los compuestos azufrados que se encuentran en su aceite esencial y que actúan sobre las vías respiratorias.
Tradicionalmente se ha empleado sobre la piel, demostrando su capacidad desinfectante debido a un aceite esencial que contiene una sustancia volátil llamada alilo, con propiedades bactericidas y fungicidas.
Esta hortaliza sirve como remedio para recuperarnos de un proceso catarral.
Para ello, necesitamos mezclar el jugo de una cebolla y el de un limón, añadir 2 cucharadas de miel y tomarlo todo caliente.
Las cebollas crudas, cocidas o su jugo funcionan muy bien en caso de estreñimiento.