La carne es un ingrediente muy versátil y delicioso en la cocina.
Cuando añadimos sal antes del cocinado, se permite que llegue a todas las partes de la pieza y que se distribuya de manera mucho más uniforme.
Así, quienes abogan por esta técnica, dicen que la carne queda más sabrosa e intensa.
Por otro lado, salar la carne antes de cocinar puede resecar la carne y hacer que pierda sus jugos.
Además, si se asa la carne sin salar, se genera una costra exterior que, para muchos, supone el toque perfecto
La clave para descubrir si prefieres salar la carne antes o después del cocinado es probar y elegir el resultado que más te guste a ti personalmente.
Al igual que con la sal, la decisión de cuándo condimentar (con especias y hierbas aromáticas) también depende del tipo de carne y del sabor deseado.
Si cocinas carne en un guiso o estofado, es recomendable condimentarla al principio para que los sabores se desarrollen durante la cocción.
Asegúrate de que la carne esté a temperatura ambiente antes de cocinarla.
No te excedas con la cantidad de sal y especias.
Así que, no tengas miedo a la prueba y error, con el tiempo, ¡conseguirás resultados exquisitos!