La vaselina, gracias a su alto contenido en parafina, se convierte en el aliado perfecto para tratar la sequedad de los pies, aportándoles el cuidado que necesitan diariamente. Aplicando vaselina en nuestros pies estaremos creando una barrera protectora que hará que nuestra piel no pierda agua, evitando que esta zona tan importante del cuerpo se mantenga hidratada y sana. Con la llegada de las altas temperaturas y el cambio de calzado que permiten que nuestros pies estén más tiempo al aire libre, estos se deshidratan más, favoreciendo esta sequedad extrema, especialmente, en la zona de los talones. Para elevar la eficacia de la vaselina en los pies y conseguir la hidratación deseada, se recomienda masajear la zona, incidiendo en los talones que suele ser la parte más afectada por la sequedad. No solo de los pies, con la vaselina puedes tratar cualquier tipo de sequedad que te aparezca en el cuerpo, en general. Si tienes una extensión del cuerpo más grande que tenga sequedad, te recomendamos que derritas vaselina pura al baño maría para que, una vez a temperatura ambiente, puedas aplicarte el producto por la zona deseada de una manera más sencilla y cómoda, como si fuera una crema. La vaselina también ofrece una correcta hidratación en los labios y que estos se muestren más jugosos y bonitos, integrándose perfectamente en el maquillaje. La vaselina se utiliza frecuentemente para favorecer el crecimiento de las pestañas, consiguiendo que estas luzcan más fuertes y espesas gracias a la hidratación sobre los pelos de esta zona.