La Salsa Romesco es la salsa típica del Camp de Tarragona y el nombre viene del término “remescolar”, que significa mezclar y remover cosas diversas.
La Salsa Romesco tiene muchas variedades, y en cada casa se le da su toque personal.
Se puede tomar caliente, fría y hasta congelar.
Vale para acompañar verduras, para pescados o para aliñar una ensalada.
La salsa romesco se ha dado a conocer en todo el mundo por ser la salsa en la que se mojan los Calçots, brotes de cebolla que se cocinan en el fuego de leña, en las brasas, hasta que se chamuscan, luego se pelan, se mojan en la salsa y se comen.
Para preparar la salsa romesco se necesitan 5 tomates en rama, maduros, 7 dientes de ajo grandes, 3 pimientos choriceros, 100 gr de almendras tostadas, 150 gr de avellanas tostadas, 500 ml de aceite de oliva virgen extra, 1 chorrito de vinagre y sal.
Se pueden hacer la mitad de los ingredientes, ya que sale mucha cantidad, y de todas formas se puede congelar.
Para comenzar la elaboración, se ponen los tomates y los ajos en una bandeja apta para el horno y se hornean a 180º C durante unos 30 o 40 minutos.
Una vez asados, se sacan del horno y se dejan enfriar, momento en el que se pelan los tomates y los ajos.
Luego se trituran las avellanas y las almendras tostadas en una picadora o en la Thermomix hasta hacerlas polvo.
Se incorporan los ajos asados y pelados, y se añade otro ajo, al que se le quita el germen central.
También se añaden los tomates pelados, la carne de pimiento choricero y un poco de vinagre, y se tritura todo.
Finalmente, se comienza a añadir el aceite de oliva virgen extra, poco a poco, mientras se bate, hasta obtener la Salsa romesco lista.