Reducir el consumo de harinas es un hábito de alimentación que impacta positivamente en la calidad de vida de las personas.
Una alimentación balanceada y saludable incluye sustitutos para la harina, ya que ayudan a mejorar los valores nutricionales de tu dieta.
Realizar un curso sobre nutrición y buena alimentación te permitirá aprender cómo se puede reemplazar la harina según el tipo de receta, el valor nutricional, el uso y las características de cada producto.
Muchas personas buscan reducir el consumo de harina por elección personal o frente al diagnóstico de alergias, intolerancias o enfermedades, como la celiaquía.
En este sentido, descubrir cómo reemplazar la harina de trigo es igual de importante que aprender cómo sustituir los alimentos con lactosa, ya que ambos productos suelen causar diarrea, distensión abdominal y gases.
Afortunadamente son muchas las opciones para suplantar este alimento tan difundido.
Las harinas con menos calorías suelen ser la de centeno o la de trigo, que sí llevan gluten.
Una alternativa saludable y dietética es la harina de arroz, que aporta 366 calorías por cada 100 gramos.
Es importante aclarar que no existe una “harina que no engorda” ya que todo depende del tamaño de las porciones y la frecuencia de la ingesta.
En cambio, empieza a considerar todas las alternativas: las harinas de legumbres, las harinas de frutos secos y la harina de coco son excelentes sustitutos para la harina tradicional.