Los magníficas condiciones climáticas del archipiélago canario son perfectas para el cultivo de frutas y hortalizas, protagonistas en la mayoría de los platos locales, y también protegidas por denominaciones de origen. Un claro ejemplo son las papas antiguas canarias, entre las que destaca la apreciada papa negra. Además, el suave clima canario permite cultivar muchas frutas exóticas, como la papaya, el mango, la piña, el aguacate y, por supuesto, el popular plátano de Canarias. El único tipo de plátano que ha conseguido el reconocimiento europeo como Indicación Geográfica Protegida (IGP).
Son muy diversas las culturas que han dejado su huella en las islas. Y eso ha dado como resultado grandes sabores y contrastes que se pueden apreciarse en la mayoría de sus platos típicos, como las apetecibles papas arrugadas con mojo picón. Otro de los productos estrella de las Islas Canarias, presente también en muchas recetas, es el gofio. Elaborado a base de cereales tostados, como el maíz y el trigo, proviene de la época de los primeros pobladores.
En la gastronomía canaria predomina el uso de las verduras locales, como sucede con el potaje de berros, las piñas de millo con papas y costillas o los bubangos rellenos, una variedad autóctona de calabacín. Otro producto ‘top’ en las recetas de las islas es el pescado, sobre todo en las elaboradas con especies autóctonas como la vieja, de delicado sabor, el cherne, el mero o el jurel.
También existe una amplia variedad de postres y dulces típicos, irresistibles para los más golosos. Los deliciosos bienmesabe y príncipe Alberto, de La Palma, la leche asada gomera, el quesillo, el frangollo o las quesadillas herreñas.
Entre ellos, destacan sus excelentes vinos volcánicos y quesos como el majorero, de Fuerteventura, el palmero o el de Flor de Guía, elaborado en Gran Canaria. Todos de excelente sabor y reconocidos mundialmente.