Los chipirones fritos rebozados están muy sabrosos, quedan muy tiernos y su coste no es tan elevado como el de los calamares. Esta es una receta económica, fácil y que no necesita muchos ingredientes ni mucho tiempo para su elaboración. Para preparar este plato solemos emplear chipirones congelados que, por otro lado, son los más fáciles de encontrar. Lo importante es conseguir que nos queden crujientes y poco aceitosos y para ello es fundamental secarlos bien antes de rebozarlos y hacer una fritura correcta. Para la fritura emplearemos una buena sartén que mantenga bien el calor de modo que al echar los chipirones, no se enfríe el aceite.
Con esta receta conseguiremos unos chipirones poco aceitosos, crujientes por fuera y jugosos, tiernos y sabrosos por dentro.
Comenzamos lavando 500 g de chipirones bajo el grifo y les retiramos la piel exterior.
Los lavamos, los cortamos en anillas gruesas y los ponemos encima de un paño o papel de cocina para secarlos.
Una vez les hemos retirado bien el exceso de agua les añadimos 1 cucharilla de sal.
Aparte, en un bol amplio, echamos 150 g de harina de trigo, 50 g de harina de maíz y las mezclamos bien.
Echamos los chipirones en el bol y los mezclamos bien asegurándonos que queden bien cubiertos con la mezcla de las harinas.
Les retiramos el exceso de harina y los dejamos bien sueltos entre ellos.
A continuación, los pasamos a otro recipiente.
En una sartén amplia, calentamos 500 ml de aceite y cuando esté caliente, vamos echando los chipirones rebozados, poco a poco, y los vamos moviendo con una espumadera con cuidando de que no se peguen.
Es fundamental no echar muchos juntos para que no se enfríe el aceite y no se peguen entre ellos ni se apelmacen.
Con una espumadera, los vamos removiendo y los dejamos unos 2 o 3 minutos.
Cuando estén dorados, los retiramos para un colador y los dejamos ahí durante unos minutos mientras se fríen los siguientes.
A continuación, los retiramos sobre papel absorbente de cocina.
Una vez tenemos todos chipirones fritos y bien crujientes, los servimos en una fuente, los decoramos con limón y perejil y, ¡a disfrutar!