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¿Cómo se utilizan las cebollas en la cocina?

Alejandro Araña
Alejandro Araña
2025-10-23 10:21:54
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La cebolla es uno de esos ingredientes omnipresentes en las cocinas de todo el mundo. No hay cocinero, profesional o amateur, que no cuente con un cajón o cesta repleta de una, dos o tres variedades de este vegetal que forma parte de la cultura gastronómica de cada país. En nuestro país, incluso, suscita uno de los debates más grandes que hemos tenido siempre y, además, sin solución: la tortilla de patatas, ¿con o sin cebolla? Tal es su importancia que, desde ¡HOLA! Cocina, hemos querido hacerle nuestro pequeño homenaje; contándote cómo acertar comprándolas en el supermercado, qué variedades hay y cómo utilizar cada una de ellas en la cocina. Como siempre, atendiendo a la temporalidad, aunque, en el caso de las cebollas, es muy fácil, pues prácticamente los 365 días del año existe algún tipo de cebolla en su mejor momento. Lo que sí cambia, por ejemplo, es su sabor dependiendo de si estamos más cerca del verano o del invierno, así, en verano los bulbos maduran mucho más, con lo que su sabor tiende a ser más dulce, mientras que en invierno es algo más picante. Y sí, sabemos que hay variedades propiamente dulces o picantes, pero este sabor se intensifica o se minimiza dependiendo de la estación y la temperatura. Por último, elige siempre aquellas cebollas que se vean firmes, sin golpes visibles y sin la piel descolorida. Pues, como te vamos a enseñar a continuación, algunos tipos reciben el nombre del color que deben tener. La cebolla común, la blanca, la morada, la dulce, la chalota, la cebolleta y la francesa son los distintos tipos de cebolla que podemos encontrar en el mercado y que se utilizan en diferentes platos. La cebolla común se caracteriza por ser la más grande y redonda de todas, con un suave color dorado y cobrizo, su sabor es fuerte e intenso, por eso es la mejor para cocinar, aunque también pueda ser deliciosa para aquellos amantes de la cebolla que les guste consumirla cruda. La cebolla blanca es una de las variedades más crujientes y de fuerte sabor, aunque apenas notarás su picor, lo que la convierte también en perfecta candidata para hacer sofritos, salsas o una de las guarniciones más deliciosas que existen: la cebolla caramelizada. La cebolla morada se reconoce fácilmente gracias a su piel fina y de color morado o violeta, siendo la mejor para comer en crudo, si te gusta el intenso sabor de este ingrediente. La cebolla dulce es muy parecida a la cebolla amarilla, que conocemos comúnmente como cebolla, pero de un tamaño mucho más pequeño y un sabor más dulce, es la mejor para freír, siendo gran compañera de todo tipo de verduras asadas, de platos gratinados y, sin duda, la que debes elegir si quieres hacer en casa aros de cebolla. La chalota difiere de sus compañeras, sobre todo, por su forma, parecen bulbos pequeños y rojizos, muy suaves al tacto y con un sabor muy ligero y sutil, en cocina se utiliza para hacer vinagretas, guisados o guarniciones, por su aroma y su sabor, ligeramente picante que oscila entre el propio de la cebolla y el que tiene el ajo. La cebolleta no es más que una cebolla recolectada cuando aún no ha terminado de madurar, por lo que es ideal para aquellos platos en los que no quieras incorporar su intenso sabor, pues resulta algo más ligera, de hecho, su contenido en agua llega hasta el 90% y aporta muy pocas calorías. La cebolla francesa cuenta también con un color amarillo y dorado, son muy pequeñas, con una forma ligeramente achatada, de sabor dulce y fino, pues es la que tiene un mayor contenido en azúcar, de ahí que sea la mejor compañía de nuestros platos asados, para darle un delicioso contraste a la receta entre lo dulce y lo salado. Glaseadas son deliciosas.