Muchas veces os habrá pasado que al hacer este plato os quede muy rico pero con los calamares un poco chiclosos o duros. El tema es curioso ya que este producto tan rico tiene dos puntos de cocción para estar tierno. En cocción tradicional a fuego lento, si seguimos cociéndolos durante unas dos horas, lo que estaba duro se ablanda y quedan tiernos tiernos de verdad. En caso de que vayáis con prisas, podéis hacer este plato en olla rápida cociendo los calamares durante unos 15 minutos desde que salgan los dos anillos, y mágicamente, los calamares en su tinta os quedarán también perfectamente tiernos. Mantenemos cociendo hasta que los calamares estén tiernos. Al terminar el proceso, probamos y rectificamos de sal si es que fuera necesario. Con todo el proceso, la salsa habrá quedado uniforme, sin que se detecten tropezones pero si queréis, podéis retirar los calamares y pasar la salsa para que sea una especie de crema. Tras unos diez minutos a fuego lento, añadimos el tomate pelado y picado, y freímos lentamente el conjunto. Una vez pasen unos diez minutos, incorporamos el vino blanco y un vaso de agua, y las tintas de calamar.