Molusco cefalópodo de cuerpo delgado y cilíndrico, con aletas en forma de rombo, cabeza pequeña y ojos grandes.
De color variable, puede ser rosado, blanco o púrpura.
Muy apreciado en la gastronomía y de gran importancia económica.
Se encuentra en el Mediterráneo y en el Atlántico este.
Este molusco cefalópodo suele medir entre 10 y 25 cm, los machos son generalmente más grandes que las hembras, y éstas crecen más rápidamente.
Es decápodo, pues posee diez tentáculos (8 cortos y 2 largos, estos últimos son móviles y flexibles, con ventosas rodeadas de anillos de garfios, y los extremos en forma de paleta).
Posee un cuerpo musculoso, alargado con forma de cilindro y con dos aletas en forma de rombo negras, que le dan un aspecto de torpedo.
Los hay de diferentes colores, de rosado a blanco o púrpura y pueden cambiarlos para mimetizarse con el ambiente y evitar a los enemigos.
El cuerpo se puede dividir en dos partes principales: por un lado, la cabeza, donde se encuentran los ojos, grandes, recubiertos por unas membranas transparentes a modo de párpados, y la boca, dos mandíbulas en forma de pico curvado o pico de loro; y, por otro, el manto, donde se encuentra la concha interna, una fina lámina transparente en forma de “pluma” y con una bolsa de tinta que expulsa para defenderse de sus enemigos.
Posee fibras musculares en el manto que le proporcionan la capacidad para contraerse y relajarse.
Es un gran nadador que además necesita estar siempre nadando para no hundirse, una de sus características es que aprovecha el agua como propulsión, primero la coge y luego la expulsa como un chorro.