El 73% de la producción mundial proviene de la caña de azúcar y el 23% de la remolacha.
La sacarosa se usa en los alimentos por su poder endulzante.
La OMS recomienda limitar el consumo de azúcares libres o añadidos a menos del 10% de la ingesta calórica total, ya que una ingesta abusiva puede conllevar consecuencias negativas para la salud como puede ser la diabetes, las caries dentales y el sobrepeso.
Muchos de los alimentos que consumimos actualmente contienen azúcar, y puede estar presente por dos medios: Azúcar añadido como el azúcar que añadimos al café o a los postres y el que aparece en la lista de ingredientes de un alimento como los refrescos, galletas, algún alimento preparado, salsas, cereales, bollería, pan de molde, etc.
Azúcar naturalmente presente en algunos alimentos como la miel, siropes frutas y también en la leche, siendo el más común la Lactosa.
Es ahí donde podemos ver la cantidad total de azúcar, tanto el natural como el añadido.
Además, se pueden realizar una serie de declaraciones nutricionales autorizadas en el anexo del Reglamento (CE) Nº 1924/2006 como: Bajo contenido en azúcar: si el producto no contiene más de 5 g de azúcares por 100 g en el caso de los sólidos o 2,5 g de azúcares por 100 ml en el caso de los líquidos.
Si los azúcares están naturalmente presentes en los alimentos, en el etiquetado deberá figurar asimismo la siguiente indicación: «CONTIENE AZÚCARES NATURALMENTE PRESENTES».
Cereales desayuno
Mermeladas
Cacao soluble
Ketchup
Pan de molde
Refrescos
Bollería industrial
Postres lácteos
Chocolates
Chucherías