El vino Pedro Ximénez se engloba en la categoría de Vinos Dulces, y puede ser un vino de licor dulce o un vino dulce natural. En cualquier caso, su complejidad y riqueza de aromas y de sabores es excepcional. El prestigio de estos vinos no ha menguado y, gracias a la globalización del mercado, cada vez son más conocidos en el mundo, conquistando nuevos adeptos y recibiendo las más altas puntuaciones de los críticos más influyentes, como los 100 puntos Parker otorgados al Pedro Ximénez de Bodegas Alvear: Alvear PX 2011. Es ahora, en estos meses fríos del año, cuando más nos citamos con estos vinos irrepetibles, sobre todo demandados en las fiestas navideñas, aunque se adaptan a cualquier estación y son idóneos para disfrutar en cualquier momento de la jornada, no sólo en el postre. Son vinos color ámbar, ébano o caoba. Debido a su elevado grado alcohólico (15-22% vol) lucen una lágrima muy amplia y sensación visual de gran densidad. En nariz ofrecen una amplia gama de aromas, destacando las notas dulces de frutos secos como pasas, higos o dátiles, aromas de miel, frutas en compota y confitadas… También con el envejecimiento ofrecen matices tostados (café y chocolate). El Pedro Ximénez es uno de los vinos más dulces del mundo, sin embargo, no resulta “pesado” en boca, ya que su el proceso natural de pasificación de las uvas mediante el “asoleo” concentra los azúcares, pero también concentra la acidez natural de la uva. Y es que la calidad de un vino dulce está estrechamente relacionada con el grado de concordancia entre el dulzor y la acidez.