Para elegir un vino ideal, es importante buscar un equilibrio entre la intensidad del menú y la intensidad del vino.
Para aperitivos son ideales los espumantes, blanco fresco.
Carnes rojas van muy bien con cabernet sauvignon.
Las carnes rojas se acompañan con vinos tintos de cuerpo intenso: los que mencionamos y también merlot, malbec, variedades de excelencia en Argentina.
Pastas, y preparaciones con quesos maridan bien con la cepa merlot.
Para pastas con salsas blancas, el Chardonnay es una muy buena opción, y para pastas a base de salsas rojas, los tintos afrutados maridan perfecto: merlot joven, malbec joven, tempranillo.
Para sushi y pescados en general: Chardonnay, aunque los blancos en general como el chardonnay o el sauvignon acompañan bien pescados no grasos, mariscos o una comida ligera, y preparaciones con arroz, como paella.
Vegetales y ensaladas se combinan idealmente con vinos rosados o blancos ligeros.
Para el clásico asado van bien los tintos poderosos.
Para pastas, todo es según como van preparadas, hay combinaciones que cambian el maridaje.
Para las picadas de Primavera/Verano, los Rosados son un manjar, si no los blancos perfumados como Torrontés y Sauvignon blanc.
Para las noches de primavera/verano, en las que se da tanto la picada, la comida al paso: los Rosados son un manjar, si no los blancos perfumados como Torrontés y Sauvignon blanc.
El consejo clave es difícil.
Pescados, según la preparación, pero el Chardonay es espectacular para todos.
Para postres cualquier tardío, salvo el chocolate, con oportos o un tinto dulce.