Maria Dolores Perez-Guzman
La región de La Mancha es conocida por su riqueza gastronómica y su tradición vinícola.
Sus vinos y productos típicos se complementan perfectamente, y aprender a maridarlos adecuadamente puede elevar nuestras experiencias culinarias a otro nivel.
En este artículo, te guiaremos en el arte del maridaje, explorando cómo combinar los vinos de La Mancha con sus deliciosos productos regionales.
La Mancha es la región vitivinícola más extensa del mundo, y cuenta con una amplia variedad de vinos, desde tintos y blancos hasta rosados y espumosos.
El queso manchego es uno de los productos estrella de La Mancha, y marida especialmente bien con los vinos tintos de la región.
Migas: Este popular plato manchego, elaborado con pan rallado, chorizo, panceta y verduras, se acompaña muy bien de un vino tinto joven o un rosado.
Gazpacho manchego: Aunque comparte el nombre con el gazpacho andaluz, este plato es muy distinto.
Asadillo manchego: Este plato de pimientos asados, tomate y huevo duro se acompaña perfectamente de un vino blanco joven, como un airén o un macabeo, que aportan frescura y acidez para contrarrestar la intensidad del asadillo.
Pistos manchegos: El pisto es un guiso de verduras que se suele servir como tapa o acompañamiento.
Azafrán: Este preciado ingrediente, conocido como el oro rojo de La Mancha, se utiliza en una amplia variedad de platos, como la paella o el arroz a la manchega.
Embutidos: Los embutidos manchegos, como el chorizo, la morcilla o la longaniza, maridan muy bien con los vinos tintos jóvenes, que equilibran su sabor intenso y graso con la frescura y la acidez del vino.