Si optamos por comprar legumbres secas, el proceso de remojo es muy importante, ya que reduce el tiempo de cocción y se eliminan los oligosacáridos, lo que contribuye a una digestión menos pesada y más limpia.
El método tradicional da un resultado de legumbre más limpia, bien hidratada y carnosa, pero para momentos de apuro, el remojo caliente es perfectamente válido.
Te recomendamos que pongas tus legumbres a remojar después de cenar o antes de irte a dormir para que estén, al menos, 8 horas, especialmente los garbanzos y las alubias.
Ten en cuenta que es muy importante no pasar las 12 horas de remojo o te arriesgas a que pierdan sus propiedades.
También te aconsejamos que te asegures de que tienen suficiente espacio y agua para crecer, ya que duplicarán o triplicarán su volumen.
La clave está en los ingredientes secretos: cariño, paciencia y un poco de ojo.
Esperamos que te sean útiles nuestros consejos de cómo cocinar legumbres.
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