La papa es un tubérculo al que también se denomina patata.
Su nombre científico es Solanum tuberosum.
Es originaria de Sudamérica y actualmente se cultiva en casi todos los países del mundo.
Los indígenas que vivían en los Andes lo llamaban batata, y de ahí deriva su nombre actual.
Los españoles se percataron pronto del alto valor alimenticio de esta planta y de la facilidad con que se podía conservar.
Poco a poco comenzaron a comerla en sus navíos y algunos años después, probablemente entre 1565 y 1570, la papa fue introducida por los navegantes en España.
Diez años más tarde, en 1580, la papa comenzó a cultivarse en los jardines italianos.
Fue a finales del siglo XVIII, gracias al francés Parmentier, cuando se extendió por toda Europa la costumbre de usarla como alimento.
Desde entonces, este valioso vegetal ha adquirido una importancia cada vez mayor en la alimentación humana, y hoy día se ha convertido en la base nutritiva de muchos países de todo el mundo.
La papa es una planta de tallo herbáceo y unos 60 centímetros de altura, con hojas ovaladas y de color blancuzco en su parte inferior.
Lo que nos comemos no es el fruto, sino el tallo subterráneo de la planta, llamado tubérculo, abultado y convertido en almacén de substancias de reserva.
La patata sólo nace de otra papa.
La papa es un alimento sano y energético.
Contiene mucho almidón, azúcares y proteínas, así como una discreta cantidad de vitamina B, vitamina C y sustancias minerales que adquiere de la tierra.
Según Fedepapa, existen más de 250 variedades de papa.
Cada variedad está compuesta por 3 partes principales: piel, cáscara y la zona medular.
La papa pastusa es la más usada para preparaciones en puré, croquetas, tortillas, cocida, ensaladas, sudada, sopas y pasteles, conocidos como tamales o hayacas.
La R-12 o Diacol Capiro es muy buena para hacer papas a la francesa y freírlas, también es apta para hornearla, rellenarla o hacerla en cascos.
La papa Sabanera o Tucarreña, es ideal para prepararla salada, horneada, sudada.
La Criolla se usa para hacer puré, en pinchos con la papa entera, salteada, horneada, en sopas o en cremas.