La Tempranillo es una uva tinta temprana, típica de La Rioja y Ribera del Duero, conocida por producir vinos estructurados, con taninos suaves y notas de frutos rojos, cuero y vainilla cuando se cría en barrica.
La Garnacha, originaria de Aragón, da lugar a vinos más afrutados, con mayor grado alcohólico y notas de fresa madura y especias.
Es ideal para vinos jóvenes o para mezclas que buscan suavidad y frescura.
Por su parte, la Monastrell, predominante en el sureste español (Murcia, Alicante), destaca por su potencia, cuerpo y aromas intensos a fruta negra, hierbas y notas balsámicas.
Es una uva ideal para climas cálidos y vinos de guarda.
Las uvas Tempranillo, Garnacha y Monastrell son tres variedades emblemáticas del vino español, cada una con características únicas que las distinguen tanto en el viñedo como en la copa.