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¿Cómo preparar la cebolla para que no caiga mal?

Leo Gaytán
Leo Gaytán
2025-10-24 10:01:25
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La cebolla cruda es uno de estos ingredientes que o se aman o se odian y, normalmente, cuando sucede esto último es por el picor o por lo que les repiten a algunas personas después de comerlas. Incluso a los que les resulta irresistible la textura crujiente de la cebolla cruda, muchas veces renuncian a comerla por temor a una mala digestión. La cebolla, que aporta potasio, vitamina C y flavonoides, contiene también diversos compuestos sulfurados, que son los responsables del sabor punzante, más o menos intenso según la variedad, y de que resulten pesadas de digerir. La solución para consumir cebolla cruda y que no repita pasa por hacer algo con ella antes de comerla que elimine estos compuestos irritantes y eso también tiene sus ventajas, pues facilita su eliminación. Según la Fundación Española de la Nutrición, la cebolla es un alimento con bajo contenido energético. En la composición de las cebollas se ha de tener en cuenta su contenido en minerales y vitaminas. Las cebollas son fuente de potasio mineral que contribuye al funcionamiento normal de los músculos y del sistema nervioso. También es fuente de vitamina C. Una ración de cebolla cubre el 48 % de las ingestas recomendadas de esta vitamina. La vitamina es termosensible, por lo que su aporte disminuiría si la cebolla se consumiese cocinada. Las cebollas son ricas en flavonoides y en compuestos azufrados, responsables de su aroma. Entre los flavonoides, los antocianos son los responsables del color rosado o violáceo de determinadas variedades de cebolla; pero sobre todo destaca el contenido en quercetina con una importante función antioxidante. La vitamina C contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo. Los procesos culinarios no ocasionan grandes pérdidas sobre el contenido total de flavonoides en la cebolla.
Yago Hidalgo
Yago Hidalgo
2025-10-24 07:28:13
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Dolor estomacal, distención abdominal, reflujo, hinchazón y meteorismo, son algunos de los síntomas que sufren los pacientes con el diagnóstico de trastorno digestivo funcional o colon irritable, razón por la cual deben cuidarse de la cebolla, entre otros alimentos. Esto se debe a que dicho vegetal pertenece al grupo Fodmap, o alimentos que fermentan a nivel intestinal, como el ajo y las legumbres, por ejemplo. Según la Dra. Alexandra Bejar, gastroenteróloga del Hospital El Carmen, un alto porcentaje de la población chilena padece de dicha enfermedad, quienes deben tomar diversas precauciones en estas fechas. “La cebolla no debe ir frita, lo ideal es que sea remojada en agua tibia antes de cocinarla, picarla unos días antes y dejarla en remojo”, indicó. Agregó además que “es de mucha relevancia consumir preparaciones en lugares donde sepamos cómo se elaboraron los alimentos”. Si el problema no es el malestar, sino el sabor fuerte del vegetal, existen diversos secretos para suavizar el gusto de la cebolla al momento de prepararla. Pese a las dolencias o incomodidad que provoca sus características y gusto (al punto de hacer llorar a quien la corte), según indica el medio de Salud, Webconsultas, expertos de La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) recomiendan que se incluya en las comidas diarias. Esto se debe a su alto contenido de flavonoides, potentes antioxidantes presentes en frutas, verduras y especias, que ayudan a asistir al sistema inmunológico, y también poseen propiedades antinflamatorias para el organismo. En este sentido, y para conservar sus propiedades, los expertos en Salud recomiendan consumirla preferentemente cruda, ya que de esta manera conserva de mejor forma sus nutrientes.

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